Hay principalmente dos formas:
- Por un lado, si el suelo está muy dañado, podemos derramar el producto directamente sobre el suelo de baldosas y extenderlo usando una mopa o una fregona. Dejamos reposar el producto alrededor de 20-30 minutos y, una vez transcurrido, retiramos el exceso de producto con una fregona bien escurrida. De esta forma, creamos una capa sobre el suelo que le devolverá su color y brillo.
- Si lo que vamos a hacer es el mantenimiento del suelo, basta con disolver dos tapones de producto dentro de un cubo con agua. Con esta mezcla limpiaremos el suelo de la forma habitual y así ayudaremos a que nuestro suelo de baldosas mantenga su brillo característico.
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